EMDR (siglas en inglés de Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares) es un abordaje psicoterapéutico que trabaja con recuerdos de experiencias que no pudieron ser procesadas por nuestro cerebro, o al menos no totalmente, y que, de forma consciente o inconsciente, continúan afectando a nuestra vida en el presente. Estas experiencias de situaciones difíciles pueden ser de muchos tipos, desde relaciones infantiles que no nos proporcionaron seguridad hasta grandes traumas. Ejemplos del primer tipo pueden ser: Un bebé con una madre emocionalmente ausente por estar en periodo de duelo; un niño con padre alcohólico; un hogar con violencia conyugal o pobreza extrema; la desvalorización continuada, humillaciones, ausencia de cuidados, etc. Ejemplos de grandes traumas pueden ser desastres naturales, accidentes, abusos sexuales o muertes traumáticas entre otros. La denominación “grandes traumas” no implica mayor daño que el de las experiencias relacionales en la infancia, que van configurando la identidad de la persona y su manera de entender el mundo y estar en él.
Con EMDR tratamos de procesar estos recuerdos, lo cual significa quedar libre de las emociones, las sensaciones físicas y las creencias negativas que se experimentaron en el momento de los hechos (puntuales o continuos) y que continuaban influyendo en el presente, ya fuera en el mundo interno de la persona, en las relaciones familiares, de pareja, en el trabajo, etc. También se pretende la liberación de las imágenes intrusivas. De esta forma sustituimos los elementos negativos de esas experiencias (no útiles o disfuncionales en la actualidad) por creencias, pensamientos y sentimiento positivos, que a su vez fomentan un comportamiento sano.
El procesamiento de dichas experiencias se realiza mediante procedimientos estructurados que incluyen la estimulación bilateral a través de movimientos oculares. Además de la estimulación visual también puede usarse la estimulación bilateral auditiva y kinestésica. Es decir, escuchando sonidos de forma alternada por los oídos izquierdo y derecho, y en cuanto a la forma kinestésica mediante suaves golpecitos en los hombros o manos también de forma alternada. Esto facilita la conexión entre los dos hemisferios cerebrales y permite la interconexión con otras redes neuronales facilitando nuevos aprendizajes.
La Terapia EMDR es un abordaje efectivo probado científicamente. Su aplicación se ha ido extendiendo a un amplio rango de problemas clínicos y ha demostrado eficacia para el tratamiento de duelos, fobias, trastornos de ansiedad, TOC (trastorno obsesivo-compulsivo), trastornos somatomorfos (fibromialgia, cefaleas), etc. La terapia EMDR está avalada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y las Guías Clínicas Internacionales para el tratamiento del trauma.