En estos grupos, mediante el zazen (sentada) nos vamos adentrando en ese espacio de silencio interior, a solas consigo mismo. La persona que sabe estar a solas consigo, con aquello que hay en el momento presente, también sabe estar verdaderamente con el otro, con presencia y capacidad de escucha. El apoyo que se ofrezca ante cuestiones personales expuestas por miembros del grupo tendrá características concretas y siempre provendrán de ese espacio previo de silencio. Estos grupos no son de ayuda mutua a la manera clásica, aquí el silencio adquiere una dimensión fundamental y el tema común es el deseo y necesidad de crecer como personas ante las diferentes dificultades que a cada uno la vida le trae en estos momentos. Estos grupos son de apoyo, no de terapia. Tienen periodicidad semanal.